Esta particular intervención genera una conexión muy especial con el público.
Es que vivir la magia tan de cerca despierta sensaciones únicas, el imposible sucede a tan solo centímetros, e incluso llega a pasar en las manos de los espectadores.
Sabemos que la magia de cerca es un puente perfecto para ocasiones en las que se busca quebrar el hielo entre los invitados, acercar a los que no se conocen entre si y generar una entretenida y asombrosa situación para despertar nuevas conversaciones.
Sabemos también que la magia por grupos es una pieza muy útil para eventos numerosos en los momentos de espera tales como el coctel o la espera de la llegada de la comida por las mesas.
Y claro que la magia como previa a algún suceso, distiende el tiempo y lo ameniza de gran manera.